CRISIS Y PARO

Es un teatro, un gran teatro. Las crisis las provocan los poderes económicos. Ellos diseñan la economía. En la década pasada bajaron los tipos de interés a niveles ridículos para que se moviera el dinero. Ya no producía nada en los bancos, de manera que la gente necesitaba colocarlo en otros lados. Resultado: muchas inversiones, grandes consumos, burbujas por todos lados. Cuando el paro había bajado en España y las condiciones laborales estaban mejorando, con las normativas europeas, había que encontrar un remedio...


'Importaron' 7 millones de emigrantes, mano de obra barata. Aumenta el paro, sube la demanda de empleo, se endurecen las condiciones de contratación, se liberaliza el despido, etc, etc. Todos explotados.


El paro español es demográfico y cultural. Por un lado después del franquismo en los años 80 las mujeres quieren trabajar, eso beneficia al empresario: más mano de obra, peores condiciones laborales. Además llegan los niños del baby-boom de los años 60: mientras en el resto de Europa la natalidad se reducía de manera drástica, en España Franco daba premios a las familias numerosas. Resultado: burbuja demográfica. Por otro las familias sostienen económicamente a sus jóvenes de manera prolongada.


España no tiene infraestructura productiva por su pasado tercermundista y por su cultura de la corrupción y del dinero fácil y rápido.


A mediados de los años noventa el paro desciende de manera 'sorprendente'. No hay milagro econónomico ni de gestión de gobiernos: pasada la crisis de incorporación de la mujer al trabajo y de los adultos del baby-boom (30-40) años, los que no han muerto por drogas, alcoholismo o accidentes de tráfico, ya están trabajando.


En este aparente paraíso, España 'se hace rica' y se empieza a a traer al emigrante pobre. En su mayoría gentes poco cualificada profesional y personalmente. La izquierda traga con la trampa de la 'solidaridad': hambre para todos consuelo de tontos, y ni siquiera se puede hablar de los inmigrantes porque es 'políticamente incorrecto'. Es más correcto no tener trabajo.


7 millones de extrajeros en 15 años en un país pobre y sin tejido productivo: voilà, el Resultado. No era difícil preveerlo, sólo sumar dos más dos. 38 millones de españoles más siete millones de inmigrantes. Paro actual: cinco millones.